Jueves, 17 de Julio de 2014 09:02

Viernes Cultural 18 de julio de 2014

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1     ¿Te has hecho estas preguntas alguna vez?

1. No recuerdo, a veces; los nombres propios.
2. No encuentro nunca donde dejé algunas cosas.
3. Cuando estoy hablando, de pronto me paro y no sigo, porque no recuerdo a veces lo que voy a decir o de qué estaba hablando o cómo continuar.
Yo creía que había comenzado a tener un enemigo en mi cabeza que el nombre empezaba con A. Hoy leyendo un artículo, quedé mucho más tranquilo. Por eso les voy a transcribir la parte más interesante: (continua leyendo en el documento adjunto titulado: anosognosia.docx)

2   UN PROBLEMA DE CAMELLOS:
Un hombre que tenía 17 camellos y 3 hijos, murió. Cuando el testamento fue  leído, decía que la mitad de los camellos sería para el hijo mayor, una tercera parte para el segundo y una novena parte para el tercero. ¿Qué hacer?
Eran diecisiete camellos; ¿cómo dar la mitad al hermano mayor? ¿Uno de los animales debería ser cortado a la mitad? Si no encuentras la solución, espera a la próxima semana.

3   Siempre es interesante visitar Egipto, ahora es un poco más problemático, pero puede hacerse sin problemas. Para recordar este interesante país vemos presentación: Egipto I.pps, mientras escuchamos al británico Sting a dúo con la cantante argelina Cheb Mami en la canción Desert Rose (1999), la letra está inspirada en la novela de Frank Herbert, Dune

4   Dado que estamos en tiempo de vacaciones, y en teoría tenemos más tiempo la frase de esta semana la cambio por un pequeño cuento que aparece en la película Apocalypto, de Mel Gibson:
"Y el hombre estaba sentado solo. Empapado hasta los huesos en tristeza. Y todos los animales se le acercaron y dijeron: "No nos gusta verte tan triste. Pídenos lo que quieras y lo tendrás". El hombre dijo: "Quiero tener una buena vista". El buitre respondió: "Tendrás la mía". El hombre dijo: "Quiero ser más fuerte." El jaguar dijo: "Serás fuerte como yo". Luego el hombre dijo: "Anhelo saber los secretos de la Tierra". La serpiente respondió: "Yo te los enseñaré". Y así fue con todos los animales. Cuando tuvo todos los dones que podían dar se marchó. Y el búho les dijo a los otros animales: "Ahora el hombre sabe mucho y puede hacer muchas cosas. De pronto siento miedo." El ciervo dijo: "Ya tiene todo lo que necesita. Ahora su tristeza acabará." Pero el búho respondió: "No. Vi un agujero en el hombre, profundo como un hambre que jamás saciará. Lo hace triste y hace que siempre quiera más. Seguirá tomando y tomando hasta que un día el mundo dirá: 'Ya no existo más y no me queda nada que dar'."